Si te sientes tenso, crispado, con tus mejillas ya con tonalidad bermellón, con la espita neuronal a punto de explosionar y descargar toda tu bilis sobre algún congénere que transite en las inmediaciones de tu vida (sobre todo si es habitual, porque quizá ya esté resignado a su función periódica de punching ball emocional), la Escuela de Rangers de Wanakena te invita a probar su minucioso rasurado con hacha, tras el que no sentirás ningún ansia de usar tu filo emocional con nadie. Por añadidura, dispones de la oportunidad de apuntarte a sus cursos y convertirte en un ingeniero técnico forestal, y aprovechar así para perderte en algún bosque donde pegar unos cuantos alaridos cuando te sientas un poco crispado (a no ser que se prefiera reincidir en el rasurado de hacha).
↧